LOCOMOTORA DE VAPOR A ESCALA “EMPALME No.850”
“Locomotora única en el mundo, ejemplo para las generaciones futuras”
A mediados de 1934 cuando hacía su aparición la incertidumbre de la Segunda Guerra Mundial, en los Talleres de Empalme se construía una Locomotora a escala, réplica de una de las más bellas del sistema Sud Pacífico de México: una MIKADO 2-8-2 con tender vanderbilt, que era usada en la zona montañosa entre Nayarit y Jalisco.
Fue el Sr. Stanley M. Houston, Superintendente de Fuerza Motriz y Maquinaria, quien concibió la idea para demostrar la habilidad, profesionalismo, honradez y entrega de los obreros de los Talleres Generales de Empalme, a quienes admiraba.
El 20 de septiembre de 1934, el Sr. Houston llamó a su oficina a los Sres. Carlos Llausás Osuna, dibujante mecánico; Rosario Z. González, mecánico especialista, y a Reynaldo Angulo, calderero trazador especialista; para exponerles el proyecto. Ellos a la vez reunieron a un grupo de obreros destacados de las distintas especialidades de fuerza motriz, iniciando los planos Carlos Llausás. En tan monumental obra participaron mecánicos especialistas, torneros, modelistas, fundidores, caldereros, soldadores, trazadores, tuberos, carpinteros, electricistas, pintores, etc. Cabe hacer mención que los obreros trabajaron en ella fuera de sus horas de servicio, reinando siempre la cordialidad con la ilusión de ver terminada tan hermosa empresa.
El ferrocarril proporcionó los servicios de energía eléctrica, los materiales, así como las herramientas. El 28 de diciembre de 1935 se terminó la obra y el 1 de enero de 1936 se hizo la presentación ante el público ferrocarrilero, teniendo la mejor celebración de año nuevo. Fue madrina de tan bella obra la señorita María de Jesús Carrillo Matrecitos, fungiendo como damas de honor Carlota Ruíz Leyva y María del Socorro Verdugo Rojas.
En 1937 asombró a los hermosillenses que acudieron a los patios de la Escuela Cruz Gálvez, por su corrida sobre una vía de 30 metros de diámetro. Ese mismo año se expuso en la Capital de la República Mexicana, llenando de elogios a quienes participaron en su creación. En 1980 presidió los festejos del Centenario del Ferrocarril de Sonora. Posteriormente participó en el Museo de la Pimería Alta en el Centenario de la Fundación de Nogales, Sonora y Nogales, Arizona. En 1983 la empresa ferrocarrilera la mostró en un stand en el Palacio de los Deportes de México, llevándose otro primer lugar.
“Esta pieza maravillosa es un ejemplo para las generaciones actuales y futuras. Exhibe la capacidad que tuvieron los obreros de los Talleres Generales de Empalme, que nos dieron a conocer la ruta a seguir con honradez, capacidad y entrega, para orgullo de sus descendientes y obreros empalmenses”.
Desde 1997 despierta admiración en los visitantes del Museo Ferrocarrilero.
Antonio Padilla Campillo
Cronista Municipal de Empalme (1991-2006).