CHARLES CHAPLIN SE CASA EN EMPALME

Charles Chaplin necesitaba casarse porque ya traía a las autoridades estadounidenses encima; quizás sus amigos que trabajaban en el ferrocarril Sud Pacífico de México, concertaron una cita con el juez civil Ignacio Haro, para la licencia de matrimonio en Empalme. Chaplin se caracterizaba por tener siempre una mujer a su lado. En esa época, la mayoría de edad era a los 21 y él estaba viviendo con una de tan solo 19 años, Lita Grey.

El 24 de noviembre de 1924, el juez Ignacio Haro recibió en su casa a Chaplin y a un grupo de acompañantes, para efectuar la ceremonia de casamiento de Charles Spencer Chaplin y Lillita Louise McMurray (Lita Grey).

La casa habitación de la familia Haro, con el número 62, estaba ubicada por la calle Guadalupe Victoria, casi esquina con Independencia. Era una construcción modelo “S” de madera, con techo de dos aguas, como todas las que la compañía ferrocarrilera hizo para sus trabajadores.

Don Ignacio había invitado a los vecinos empalmenses Carlos Álvarez, Isidro de Jesús Guerrero y Luis G. Félix, a ser testigos por parte de la novia.

Chaplin llegó acompañado de su suegra, Lillian Sficer, su novia Lillita Louise McMurray y sus testigos, Charles T. Resissner, S. Edwards Manson y Louise S. Curry. El juez Haro leyó a los contrayentes la epístola de Melchor Ocampo, mientras que el señor Resissner, cumplía funciones de traductor simultáneo. 

El juez Ignacio Haro, dijo: “En nombre de las leyes que rigen la República Mexicana; y de la sociedad que represento, declaro unidos en perfecto y legítimo matrimonio al señor Charles Chaplin con la señorita Lillita Louise McMurray”.

Para Chaplin, fue el segundo escandaloso matrimonio con una adolescente. Para Lita fue el principio – según ella – de una pesadilla que llegaría a su clímax con motivo del ruidoso divorcio efectuado el 22 de agosto de 1927, mediante una indemnización de un millón de dólares pagada por Chaplin, además de una jugosa pensión para sus hijos, Charles Spencer Chaplin Jr., y Sydney Earle Chaplin. Lita alcanzó una notoriedad internacional que iba a perseguirle durante el resto de su vida pública y privada.